THE GETAWAY
THE GETAWAY
FECHA DE PUBLICACIÓN: 17 DE JUNIO DE 2016
Vocales: ANTHONY KIEDIS
Bajo: FLEA
Guitarra: JOSH KLINGHOFFER
Batería: CHAD SMITH
De izquierda a derecha: Flea, Kiedis, Klinghoffer, Smith
CONTEXTO
Tras un pequeño fracaso comercial de I'm With You, y una notable avalancha de críticas de un sector de fans hacia la banda (Yo no me meto en este saco), enojados por el sonido blando y comercial del primer álbum con Josh Klinghoffer a cargo de las 6 cuerdas; y añorando los emotivos solos y los pegadizos riffs de John Frusciante; los Red Hot decidieron que era el momento de un cambio. Normalmente, su sonido siempre cambia de un disco para otro, pero esta vez la transformación debía ser mayor.
Para comenzar con el cambio de tuercas, optaron por divorciarse de Rick Rubin, productor con el que llevaban ligados más de 20 años y con quien habían grabado sus 6 álbums previos. Así, en el último trimestre de 2014, la banda empezó a ensayar, componer e idear su nuevo trabajo, el cual estaba esperado que se publicase a mediados de 2015. A principios de ese año, los Red Hot ya contaban con unas 20-30 canciones escritas, y descritas por Flea como un material "superbailable, funky y divertido de tocar más algo instropectivo".
Cuando se disponían a pre-grabar y comenzar la primera fase de producción, Flea se fracturó el brazo haciendo snowboard y el grupo se tomó un parón de 7 meses.
Cuando regresaron en Octubre, contactaron y alquilaron como productor a Brian Burton "Danger Mouse", famoso por haber llevado al éxito a The Black Keys.
Sin embargo, los Red Hot se iban a llevar una desagradable sorpresa tras su primer encuentro con Danger Mouse. Éste les dijo que no debían usar las 20-30 canciones escritas durante el último año, sino que debían empezar de cero escribiendo nuevas canciones en el estudio.
De esta forma, los Red Hot comenzaron una nueva etapa escribiendo y componiendo canciones de una manera distinta a las realizadas en el pasado. Para principios de 2016, el nuevo álbum ya estaba finalizado, siendo la mayoría de las canciones que lo componen, del segundo proceso de composición.
ANÁLISIS
Hace menos de una semana que salió a la venta el álbum y a día de hoy lo he escuchado como una docena de veces. No soy partidario de aquellas reseñas y análisis hechas por gente que escucha el disco una vez (y quizás ni atento con la tele puesta) y como no le entran a la primera, directamente le ponen un 3/10 y lo mandan a la papelera de reciclaje. Por tanto, mi analisis está bastante estudiado, aunque con las sucesivas escuchas que le voy a dar, igual cambia bastante mi opinión, y mi apego o rechazo a ciertas canciones.
Lo que nos encontramos en The Getaway bien podría definirse tal y como definió Flea como una nueva "era". Tampoco es un cambio radical, digamos que es diferente pero familiar, ya que el sonido sigue siendo Red Hot, pero tratado desde un nuevo enfoque (positivo, en mi opinión) con el sello de Danger Mouse.
En primer lugar, la banda parece más cohesionada que nunca. Para bien ó para mal, ya no nos encontramos con una sección ritmica marcada por un riff dominador de 4 acordes de John, acompasada a una gran línea de bajo y al golpe avasallador de Chad, con cada instrumento sonando claramente por su lado de forma nítida y diferenciada.
En The Getaway, Danger Mouse muestra su sello, y da su toque personal al grupo dando lugar a estructuras más complejas donde abundan los detalles, siendo mucho más rico en mátices que sus predecesores. Presenta atmósferas y armonías bien cuidadas que salvo en By The Way, no existían antes; multitud de bellos arreglos y efectos que dan más profundidad a las canciones; y, a la guitarra, bajo y batería se le añaden una pléyade de instrumentación destacando por encima de todo el piano, el cual, domina buena parte del disco en detrimento de la guitarra.
Así pues, el reto que se propusieron los Red Hot de tomar riesgos y crear nuevos sonidos, se cumple de manera exquisita, y es precisamente esa experimentación lo que mantiene vivo y fresco al álbum, que se nutre de una serie de canciones variadas entre sí rompiendo la monotonía y haciendo su escucha placentera manteniendola interesante desde el principio hasta el final.
Como punto a favor, encontramos que, a diferencia de otros álbums, donde había temas de relleno bastante bochornosos, en este disco todas las canciones tienen algo que decir, tratandose junto a By The Way del album mas consistente y regular, con ausencia de rellenos. En cambio, el handicap que podemos extraer es la ausencia de un verdadero hit. Todas las canciones suenan bien, pero lo más probable es que ninguna acabe siendo un clásico histórico de la música (aunque los más fans como yo, podamos meter alguna canción de The Getaway en nuestro Top 10 personal). Dicho de otro modo, aquí no os encontraréis bazofias del estilo Right on Time, Punk Rock Classic, They're Red Hot, Dance Dance Dance ó muchos temas intranscendentes de Stadium Arcadium, pero tampoco tenemos una Otherside ó un Give it Away.
A destacar, la labor de producción de Danger Mouse, y la mezcla de Nigel Goodrich. Desde One Hot Minute, no oía un disco de ellos que sonara tan bien en el óido.
En cuanto al nivel individual de cada integrante, considero que Anthony y Josh sobresalen por encima del resto.
Josh Klinghoffer calla las bocas de "las viudas de Frusciante" y toma un paso adelante con su guitarra. ¿Entonces hace aquí solos como los de John...? NO, Rotundamente no, los solos casi brillan por su ausencia, pero los pocos que hay, si bien pueden ser algo repetitivos tienen alma y emotividad. No obstante, Josh no es un virtuoso haciendo solos ni trata de emular al bueno de John, sino que sigue su propio camino, y dota a las canciones de magníficas texturas, efectos y ambientes. También, se nota una mayor confianza aquí en él, y se le puede escuchar nítidamente con muchas secciones para su lucimiento, no estando opacado por Flea y Chad como en el disco anterior.
El otro gran nombre del disco es Anthony Kiedis. Su voz, al menos en estudio, es cada vez mejor y a diferencia de otros álbums, canta de manera diversa en varios temas, haciéndose su voz menos monótona. Buena parte de culpa, es que utiliza bastantes efectos en su voz para mejorar y dar un toque distinto a las vocales en sus canciones.
Pero su mayor logro, considero que están en sus letras, inspiradas en su ruptura con la modelo australiana Helena Vestergaard que le hizo sentirse "como una bomba nuclear" tras 2 años de relación. La mayoría de sus letras son instropectivas, hablando sobre la frustración y el dolor por el fín de dicha relación pero sin caer en la pomposidad y el empalagamiento, creando letras honestas y sinceras, aunque claro....tratandose de Sir Psycho.., no podían faltar algunas letras cachondas y simpáticas adornadas con frases que riman y cuyo sentido solo él puede conocer.
Flea es Flea. El Dios del Bajo. Es tan bueno, que pese a rallar a buen nivel aquí, tampoco podemos hablar que sea su disco. Aquí, no asume el protagonismo que tiene en los dos discos posteriores a la salida de John, y sus líneas de bajo se encuentran integradas en esa gran mezcla de sonidos de múltiples instrumentos acoplados entre sí, sin sobresalir especialmente.
Quizás el que peor parado salga sea Chad, al cual, Danger Mouse limita bastante en este disco, y su golpe de percusión no suena tan fuerte como antaño, aunque se reservan algunos pasajes como We Turn Red ó Dreams of a Samurai para su exhibimiento personal.
CANCIÓN A CANCIÓN
Abrimos con el tema que da título al álbum, The Getaway, que cuenta casi durante todo el tema a excepción del outro, con una monótona pero efectiva base rítmica con influencia disco, combinada con efectos minimalistas en la guitarra de Josh, Chad sonando ó siendo reemplazado por una máquina de percusión, y versos funkys que desembocan en un estribillo pacífico y etéreo al estilo The Zephyr Song, y adornado con los coros femeninos de Anne Waronker. La mejor parte se reserva para el final, en el que llegamos a un gran outro, de ritmo melódico y con buenos efectos de Josh.
Quizás no es el tema más ideal para abrir un disco, ya que no cuenta con la fuerza y la energía de Around the World, ó Warped, ni con la melodía pegadiza de By The Way ó Dani California. Su repetitiva base puede resultar a veces cansina, pero en líneas generales creo que es un notable tema que se disfruta y que transmite buen rollo.
A continuación llega el primer single, Dark Neccesities. Reconozco que la primera vez que la escuché me tiró para atrás, pero tras sucesivas escuchas acabé dandome cuenta de lo bueno que era el tema. Ya aquí, los Peppers nos ponen en situación de lo que va a venir más adelante, el piano como elemento principal e instrumento lider en muchas de sus canciones. Comienza con una intro de bajo combinado a la guitarra a la que se suma posteriormente el piano; todo ese sonido in-crescendo acabará desembocado en un funky riff de bajo con cierto parecido a Can't Stop con efectos de palmadas por detrás. Tras un minuto de intro, se da paso a las vocales de Kiedis, de ritmo rápido estilo Warlocks. El estribillo no es pegadizo ni se queda en la mente de forma instantanea, pero es emotivo y llegador. Posteriormente nos topamos con un bello interludio dominado por el piano y con algunos arreglos interesantes, y finalmente, se reserva el último minuto para un solo quizás algo repetitivo de Josh. A destacar las letras de Anthony diciendonos que todo el mundo tiene ciertas necesidades que aunque para el resto del mundo sean vicios ó no estén bien considerados por la sociedad, para nosotros son importantes y complementan nuestra forma de ser.
Continuamos con We Turn Red, la canción con más sello de indentidad "Red Hot". Tras los dos primeros temas hibernando, Chad sale de su letargo y nos pone grandes y fuertes tambores junto a un riff funky de Josh, y un bajo enérgico de Flea, para que Anthony empiece a semi-rapear en su estilo más característico y que nos recuerda a Around the World. El estribillo es todo lo contrario, lento, melódico y con un toque chill-out adornado con guitarras acústicas. No es mal tema ni mucho menos, pero siento que necesitaba un buen solo de guitarra en el puente de la canción.
Vamos a llegar ahora a una de las mejores tríadas que los Red Hot Chili Peppers hayan creado en sus 33 años de carrera. Se trata de 3 temas, bastante emotivos donde Kiedis habla de su ruptura con la modelo australiana Helena Vestergaard.
El primero de ellos es la balada The Longest Wave. ¿Es John Frusciante el que toca en la intro..? No señores...pero el mismisimo John podría haberlo firmado. Josh brilla con una intro dulce y enternecedora, un bello punteo que conduce a una bonita melodía y que culmina en uno de los mejores estribillos que los Red Hot hayan creado. Un temazo que podrían haber firmado los Beatles ú Oasis.
Y sí la de antes era buena, ahora viene otra mejor, Goodbye Angels, que inicia con un bonito riff de Josh, una excepcional línea de bajo de Flea y con Kiedis cantando de forma más agresiva en unos épicos versos, coronados con unos magníficos y pegadizos "ayo, ayo, ayo", que desembocan en un estribillo mucho más pesado con buenos arreglos de Josh. Al final, después de un tranquilo puente, llegamos a uno de los momentos culmenes del álbum, donde la banda se desata y pone un brutal solo de Flea que deja paso a un repetitivo pero llegador solo de Josh secundado por la sublime línea de bajo, y la pesada percusión de Chad; describiendo perfectamente el grado de locura y frustración que puedes alcanzar tras romper una relación de amor. Como ya valoraré al final de esta reseña, de los mejores temas del disco. Debería haber sido el primer single.
Y para culminar esta excepcional tríada, nos rematan con Sick Love, otra balada sobre la separación de Anthony. Precisamente, decía Kiedis en una de las entrevistas previas al álbum, que "hemos escrito canciones igual de buenas que las mejores que hayamos hecho". Imagino que Sick Love es una de ellas, porque esta a la altura de Under The Bridge, Scar Tissue ó Snow, aunque en este panorama músical actual con tanta oferta, es dificil que esta canción se convierta en un clásico del rock. Josh vuelve a lucirse y a sobresalir de manera brutal con otro emotivo riff, continuado por una preciosa melodía en los versos y culminada por un estribillo absolutamente épico liderado por un piano tocado por Sir Elton John. Entremedias,se nos cuela un raro pero brutal solo de Josh, sin ninguna duda, el mejor que haya creado en su aún corta etapa en los Peppers. Temazo en todos los sentidos, un auténtco must-hear, y que espero que se convierta en uno de los singles del album, porque merece ser un himno de la discografía de esta genial banda.
Nos habíamos puesto muy melosos y sentimentales, así que ahora nos ponen Go Robot, segundo single del disco, y la canción más funky de todas, contando con un sonido discotequero de los 80' que la convierte en una canción bailable que te hace mover el esqueleto. De estructura parecida a Factory of Faith, comienza con una seccion rítmica liderada por el bajo de Flea combinado con los golpes de Chad, mientras Josh va colando por enmedio sus típicos efectos, a los que se suman sintetizadores, teclados y palmadas (muy de Danger Mouse por lo que veo) . Entonces Kiedis empieza con su clásico semi-rapeo para derivar en un estribillo más pop pero ultra-pegadizo. Josh destaca otra vez con buenos efectos de guitarra en el outro, el cual se hace corto, pero concuerda bien con la temática de los robots.
Hasta ahora, el album empieza a perfilarse ya como uno de los mejores discos creados por los Red Hot, pero por si había dudas, la segunda mitad del disco va a despejar esas dudas. En esta parte, la experimentación de la banda con nuevos sonidos se hace más patente aún, haciendo permanecer al álbum aún más fresco, innovador e interesante.
En octavo lugar llega Feasting on the Flowers, mi canción perferida de todo el álbum. Una pieza súblime y excelente, diferente a cualquier cosa que los Red Hot hayan hecho previamente. Una gran intro con toques reggae y R&B da paso a una conmovedora letra de Kiedis hablando sobre que podría haber hecho algo más para ayudar a su mejor amigo Hillel Slovak, y haber evitado su muerte. Presenta extraordinarios arreglos de guitarra, piano y órgano que se acentúan en el épico interludio que va desde el minuto 2:00 al 2:40. Quizás el momento que mas me gusta de todo el álbum. En definitiva, una canción exhuberante y cautivadora, que transmite un olor nuevo y fresco como el de una hoja recién mojada por la lluvia, y que te mantiene pegado y atento al auricular durante sus casi tres minutos y medio. Una prueba más de la versatilidad y las cotas que han alcanzado estos tipos, que pueden salirse perfectamente del funk-rock y seguir haciendo temazos en otros estilos.
Le sigue Detroit, puro rock pero que tampoco suena a algo que hayan hecho antes los Peppers, sino que suena más a The Strokes ó cualquier canción de rock garage. Kiedis canta con efectos en su voz que le dan un toque de personalidad al tema. Nuevamente Klinghoffer asoma la cabeza y calla la boca de las viudas de Frusciante liderando y dominando el tema. En el pre-estribillo un coro de voces femeninas acompañan a Kiedis dondole un toque cool y acertado. Muy buena labor de Danger Mouse en su produccion.
Seguimos con más rock, esta vez con punk, con una de las joyas de la corona, la cañera y enérgetica This Ticonderoga. Original y experimental como ella sola, realmente son como 2 canciones en una. Por una parte, un ruidoso y grandioso punk-funk que culmina en un gran estribillo con reverberación y nuevamente con un puñado de efectos tanto en la voz de Anthony como en la instrumentación; mientras que por otro lado tenemos una calmada melodía lleno de buenos arreglos y atmósferas con Kiedis semi-hablando de forma grácil, encantadora y atractiva. Recomendable 100%. Me gustaría que la tocasen a menudo en sus conciertos.
A continuación tenemos Encore, la canción que claramente menos me gusta de todo el álbum, y que fue creada a raiz de un jam tocado a menudo durante la gira de I'm With You. Me resulta una canción empalagosa y bastante plana, sin mucha personalidad ni sustancia. Se trata de una balada que gira en torno al riff de Josh, y con un estribillo nada memorable, decorado además con una letra bastante tonta. Hubiese preferido que la hubiesen dejado fuera y en su lugar haber metido una canción más rockera y cañera creando una buena tríada de rock desde el tema 9 al 11.
Llegamos a la balada más nostálgica y con la letra quizás mas dura, la cual la interpreto como un homenaje de Kiedis a su padre, el cual debe estar empezando a sufrir algún tipo de demencia ó enfermedad mental fruto de su avanzada edad, oliendo por tanto a despedida. Es The Hunter, y al principio, la odiaba pero conforme la voy escuchando le voy cogiendo más cariño. Nuevamente liderada por el piano, con Josh tocando el bajo y Flea la trompeta, con un Kiedis cantando de forma diferente, y con los Red Hot en general tratando de sonar diferente e intentando nuevas cosas. Entiendo si hay gente a la que el aburre y no le gusta, pues es demasiado calmada y carece de cambios de ritmo.
Y para cerrar, más experimentación con uno de los mejores cierres de sus discos, Dreams of a Samurai, que abre con una épica intro de piano, coronada por un solo vocal femenino a los que le sigue unas buenas notas de bajo de Flea. Los versos son algo flojos, pero en los estribillos toda la calma se convierte en una ida de ollla, en un estado de enajenación mental, un ataque de frustración y pánico, una "metamorfósis samurai" con el grupo yendo a la psicodelia, y al rock duro y progresivo; liderados por los efectos wah-wah de Josh y el ritmo machacón de Chad en la percusión. Un perfecto cierre de álbum. Una de esas canciones "raras" rollo Transcending que los Red Hot deberían hacer más a menudo.
CONCLUSIÓN
Excepcional regreso de los Red Hot Chili Peppers que nos ponen en el mercado un disco limpio y muy bien producido por Danger Mouse, mucho más rico y variado en detalles que la mayoría de sus trabajos previos, y bastante consistente sin ninguna canción basura. Mejoran con creces su anterior trabajo, demostrando que la banda puede vivir perfectamente sin John Frusciante, y que Josh Klinghoffer es un magnífico sustituto, tomando aquí un paso adelante en su creatividad.
Red Hot vuelven a demostrar su versatilidad, componiendo canciones y experimentando sonidos que no estaban en su catálogo, lo cual ya es mucho decir para una banda con 33 años de carrera y más de 250 canciones a sus espaldas.
En mi opinión, el album se lleva un 9/10 y lo convierto en el 4º mejor de su carrera tras mi Big 3 (Californication, By The Way y Blood Sugar Sex Magik).
VALORACIÓN
PUNTOS | GRADO | TEMAS |
---|---|---|
9 - 10
|
A
|
Goodbye Angels, Sick Love, Feasting on The Flowers, This Ticonderoga
|
7 - 8
|
B
|
The Getaway, Dark Neccesities, We Turn Red, The Longest Wave, Go Robot, Detroit, The Hunter, Dreams of a Samurai
|
5 - 6
|
C
|
Encore
|
3 - 4
|
D
| |
0 - 2
|
E
|
B-SIDES Y CANCIONES DESCARTADAS DEL ÁLBUM
Obviamente.., de momento no ha salido ningun B-side del disco, si bien en una entrevista, Chad Smith confesó que existían 3 temas grabados que se habían quedado fuera del álbum.En otra entrevista posterior, Josh Klinghoffer comentó que le gustarían grabar proximamente las canciones que fueron rechazadas por Danger Mouse en el primer proceso de producción del disco.
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